Grabación
Analógica
En
una cadena de sonido tradicional, los impulsos eléctricos de un
micrófono fluyen por cables a través de una serie de amplificadores
y controladores de nivel.
Los amplificadores, con los que nos encontramos todo el tiempo en las cadenas de audio y de grabación, no son transductores, porque sus entradas y salidas son ambas impulsos eléctricos. Esto los hace mas fáciles de diseñar que a los transductores y su funcionamiento es más confiable.
Los
impulsos eléctricos son alimentados a un grabador de cinta donde son
convertidos en impulsos magnéticos y registrados en la cinta
magnética. La cinta guarda los impulsos magnéticos en el orden y la
orientación correspondientes en que le son presentados, de manera
que, a un tiempo posterior, las señales eléctricas puedan ser
recreadas por el cabezal de reproducción del grabador. Estos
impulsos eléctricos recreados pueden ser luego amplificados e
ingresados a un altavoz, lo que convierte a los impulsos en
movimiento mecánico, el cual, a su vez, recrea las variaciones
originales de presión de aire que fueron sensibilizadas por el
micrófono.
Como podemos ver en la siguiente tabla, los transductores pueden ser encontrados prácticamente en todo el ámbito del audio.
TRANSDUCTORES DE A
Oído Ondas de sonido en el aire Impulsos nerviosos en el cerebro
Micrófono Ondas de sonido en el aire Impulsos eléctricos en cables
Cabezal de grabación Impulsos eléctricos en cable Flujo magnético en cinta
Cabezal de reproducción Flujo magnético en cinta Impulsos eléctricos en cables
Grabadora láser Impulsos eléctricos en cable Impresiones en la superficie de un CD
Lector láser Impresiones en la sup. de un CD Impulsos eléctricos en cables
Altavoz Impulsos eléctricos en cable Ondas de sonido en el aire
Los
transductores y los medios que usan los mismos pueden ser el eslabón
más débil en la cadena de un sistema de audio. Como hemos
establecido antes, un transductor cambia energía en un medio, a una
forma de energía correspondiente en otro medio. Dada nuestra
tecnología hoy en día, este proceso no puede ser consumado de modo
perfecto. Ruido, distorsión, y a veces, coloración del sonido son
introducidos en algún grado. Estos efectos pueden ser solo
minimizados, no eliminados.
Las
diferencias en el diseño son otro factor. Tan solo la más mínima
diferencia de diseño entre dos grabadores de cinta puede hacer que
suenen bastante diferente. A esto se le suma el hecho de que la
grabación no permanece inalterada en la cinta con el paso del
tiempo. La energía magnética contenida en la cinta - la grabación
- se desvanece muy lentamente desde el momento mismo en que se la
imprime, haciéndose más notable este efecto en las frecuencias
altas. Este hecho no puede ser evitado de modo alguno, a menos que el
audio sea transferido al dominio digital para su almacenamiento.
Grabación
Digital
La
grabación digital tiene la gran ventaja de causar una vasta
reducción en el ruido y la distorsión introducidos por varios de
los transductores y medios usados en la cadena de grabación.
En
una cadena totalmente digital, las formas de onda acústicas son
tomadas por el micrófono y convertidas en impulsos eléctricos.
Estos impulsos eléctricos son luego convertidos a forma digital por
medio de un convertidor analógico a digital (A/D C). El A/D C
convierte formas de onda eléctrica continuas en valores numéricos
correspondientes que representan niveles de voltaje análogos.
La
información digital ofrece la ventaja de permitir la conversión
entre medios eléctricos, magnéticos y ópticos casi sin ninguna
degradación de la calidad, ya que la información es guardada en
forma binaria.
Por
consiguiente, si uno escucha una grabación digital en un reproductor
de discos compactos en su hogar, las ventajas de la grabación
digital y la ausencia de coloración introducida por los medios en la
cadena digital nos darán una claridad sonora de calidad igual, o
casi igual, a aquella de la grabación maestra original.
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